Hoy en clase se lanzó una pregunta: ¿qué habéis aprendido a lo largo de estas 6 semanas…?
Los aprendizajes han sido numerosos, y seguramente sean muchos más aunque de momento sigan en las profundidades y en el momento apropiado maduren y salgan a la luz.
Acá comparto algunas de los tesoros que he aprendido a lo largo de este tiempo asistiendo diariamente a la escuela:
A levantarme contenta y feliz cada mañana a las 5:28am a pesar del madrugón y del cansancio algunos días acumulado.
A conducir en moto para ir a clase. Os aseguro que es una de las experiencias más auténticas que he tenido acá en India, y de la cual cada día disfruto y aprendo enormemente. Tus sentidos especialmente se agudizan y se desarrolla una especie de intuición y de seguridad interior contigo misma que tienes que demostrar en cada rotonda, en cada cruce y en cada adelantamiento.
A tener un fiel compromiso con la enseñanza, con el/la maestro/a, y conmigo misma y todo lo que ello conlleva en el día a día durante las 6 semanas; dieta, descanso, horario, estudio, práctica individual.
A beber un litro de agua seguido después de la práctica.
A superarme un poquito más cada día, aceptando mis límites corporales y mentales, y mis apegos físicos y emocionales.
A conocer con más profundidad mi cuerpo, mente y espíritu, y a entender hasta donde llegan mis límites.
A tratar de aceptar y acoger con gratitud el dolor físico durante la práctica.
A observar mi mente más detenidamente y a ser más consciente de todo el gran movimiento interno que hay en ella.
A tratar de ser mejor alumna y persona cada día.
A confiar en la vida y en las oportunidades que llegan.
A estar centrada al máximo para poder seguir el ritmo de cada día.
A no tener tanta vergüenza cuando tengo que hablar en público en otro idioma que no es el mío, gracias a ello he aprendido vocabulario nuevo en inglés y quizá llegar a poder dirigir una clase de yoga en inglés.
A superarme cada día y a confiar en mi fuerza interior.
A ser más comprensiva y tolerante conmigo misma durante estas seis semanas.
A vivir la práctica con entrega, devoción, amor, respecto, sensibilidad y humildad.
Y por último aprender a agradecer cada día a la vida que ha brindado esta oportunidad, pudiendo vivir esta experiencia que recomiendo a todas las personas que sientan el adentrase en una profunda dinámica de práctica y todo lo que ello conlleva. Agradecer a Acharya y Achare por compartir sus profundos conocimientos, bonitos gestos y acciones, y a los compañeros del curso. Me voy con el corazón lleno de grandes aprendizajes y buenas sensaciones.
www.atmavikasayoga.in
Los aprendizajes han sido numerosos, y seguramente sean muchos más aunque de momento sigan en las profundidades y en el momento apropiado maduren y salgan a la luz.
Acá comparto algunas de los tesoros que he aprendido a lo largo de este tiempo asistiendo diariamente a la escuela:
A levantarme contenta y feliz cada mañana a las 5:28am a pesar del madrugón y del cansancio algunos días acumulado.
A conducir en moto para ir a clase. Os aseguro que es una de las experiencias más auténticas que he tenido acá en India, y de la cual cada día disfruto y aprendo enormemente. Tus sentidos especialmente se agudizan y se desarrolla una especie de intuición y de seguridad interior contigo misma que tienes que demostrar en cada rotonda, en cada cruce y en cada adelantamiento.
A tener un fiel compromiso con la enseñanza, con el/la maestro/a, y conmigo misma y todo lo que ello conlleva en el día a día durante las 6 semanas; dieta, descanso, horario, estudio, práctica individual.
A beber un litro de agua seguido después de la práctica.
A superarme un poquito más cada día, aceptando mis límites corporales y mentales, y mis apegos físicos y emocionales.
A conocer con más profundidad mi cuerpo, mente y espíritu, y a entender hasta donde llegan mis límites.
A tratar de aceptar y acoger con gratitud el dolor físico durante la práctica.
A observar mi mente más detenidamente y a ser más consciente de todo el gran movimiento interno que hay en ella.
A tratar de ser mejor alumna y persona cada día.
A confiar en la vida y en las oportunidades que llegan.
A estar centrada al máximo para poder seguir el ritmo de cada día.
A no tener tanta vergüenza cuando tengo que hablar en público en otro idioma que no es el mío, gracias a ello he aprendido vocabulario nuevo en inglés y quizá llegar a poder dirigir una clase de yoga en inglés.
A superarme cada día y a confiar en mi fuerza interior.
A ser más comprensiva y tolerante conmigo misma durante estas seis semanas.
A vivir la práctica con entrega, devoción, amor, respecto, sensibilidad y humildad.
Y por último aprender a agradecer cada día a la vida que ha brindado esta oportunidad, pudiendo vivir esta experiencia que recomiendo a todas las personas que sientan el adentrase en una profunda dinámica de práctica y todo lo que ello conlleva. Agradecer a Acharya y Achare por compartir sus profundos conocimientos, bonitos gestos y acciones, y a los compañeros del curso. Me voy con el corazón lleno de grandes aprendizajes y buenas sensaciones.
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